Aquí Xicohténcatl… Congreso de Tlaxcala se excede en sus funciones: Imco

Aquí Xicohténcatl… Congreso de Tlaxcala se excede en sus funciones: Imco

231
Compartir

Pedro Morales

No mentir, no engañar y no robar son frases que se las ga llevado el viento de las falsas promesas de un cambio verdadero, que al menos en Tlaxcala bajo la sombra de la 4-T, en materia legislativa, ya se volvieron en desencanto.

Cada día los integrantes de la legislatura local se empeñan en lanzar al voladero del rechazo social al aún naciente partido de Morena en Tlaxcala, porque aquí se puede afirmar que ese partido no ganó, el que gano por tercera ocasión fue Andrés López Obrador.

Cada día senadores, diputados federales, diputados locales y hasta presidentes municipales se empeñan en alejar a ese partido de las preferencias electorales debido a los escándalos que protagonizan principalmente los y las legisladoras locales.

De escándalo en escándalo, el pueblo de Tlaxcala se ha visto tolerante ante los dislates y evidentes ambiciones políticas de estos reyecitos de oropel que van a durar lo que les dure el gusto se sentarse y usurpar una curul.

Eso fue lo malo de votar parejo, porque en el costal de serpientes se fueron gentes que no tienen ni la remota idea de lo que deben de hacer en unam alta responsabilidad de como lo es la de servir, (que no servirse) de los recursos del pueblo.

Moches, tranzas, negocios en lo oscurito, tráfico de influencias y utilizar el cargo para satisfacer sus ambiciones personales que no tienen llenadero es el vivir cada día el mundo legislativo en Tlaxcala.

Los diputados locales en México no sólo cuestan mucho, sino que además gastan más de lo planeado e invaden funciones que no les corresponden, al asignar recursos para ayudas sociales y auto asignación de recursos para obras invadiendo esferas de competencia y de funciones.

En Tlaxcala lo que ocurre es que los integrantes de la legislatura, dada su inexperiencia e ineptitud, han sido teledirigidos por los nefastos asesores que cobran un dineral y que mandan por delante a los diputados improvisados.

Es gente que sabe que a los representantes populares no hay quien los pare y es por eso que se han convertido en el cuarto gobierno, que se perfila como la nueva forma de autoproclamarse dictadorcillos a quien nada ni nadie puede frenar.

Compran conciencias a diestra y siniestra, al fin y al cabo que para eso es el dinero, también para corromper conciencias, pero es tal la soberbia con que amanecen cada día al mirarse en su espejo de la ambición que desprecian que sus abusos ya son tema nacional.

De acuerdo con un informe legislativo del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), destaca una falta de criterios de transparencia y eficiencia en la planeación y el ejercicio de sus presupuestos.

Prueba de ello es que, durante 2018, 23 congresos locales gastaron mil 233 millones de pesos adicionales a lo presupuestado, lo que supone 15 por ciento más.

De ellos, Oaxaca encabezó la lista de los legislativos con más variación, con 133 por ciento más de gasto, seguido por TLAXCALA, con 31 por ciento; Tamaulipas, con 27 por ciento, y Guerrero, con 22 por ciento.

La problemática de los legislativos también recae en la disparidad presupuestal que existe entre congresos de similar tamaño.

Tal es el caso de Michoacán, entidad que tiene un presupuesto tres veces mayor al de Chiapas, a pesar de contar con el mismo número de diputados, que en ambos casos es de 40.

También figura Sonora, que a pesar de tener siete legisladores menos que Sinaloa y una población menor, su gasto previsto fue de 651 millones de pesos, más del doble que el presupuesto para el Legislativo sinaloense, que se mantuvo en 305 millones.

Ramiro Suárez, investigador del área de Buen Gobierno y Finanzas Públicas en el Imco, destacó que entre las irregularidades detectadas, el documento enumera la entrega de despensas, juguetes y el ofrecimiento de fiestas y de ayudas económicas, así como la construcción de obras, a pesar de que éstas no son las funciones de un Congreso.

Las principales funciones del Legislativo estatal son presentar y aprobar leyes, además de ser un vigilante y contrapeso del gobernador del estado.

En ellas deberían concentrar su trabajo”, destacó.

En 2018, los congresos destinaron 12 por ciento de su presupuesto a otorgar ayudas sociales para las cuales no tienen atribuciones; además, 25 congresos locales gastaron discrecionalmente y sin reglas de operación mil 852 millones de pesos en este concepto.

De ellos, Guerrero encabezó la lista, con 45 por ciento de su presupuesto destinado a apoyos sociales, seguido por Veracruz y TLAXCALA, con 36 por ciento cada uno; Aguascalientes, 34 por ciento; Campeche, con 33 por ciento, y Querétaro, con 32 por ciento.

En México hay mil 113 diputados locales, en promedio 35 por entidad federativa. Cada uno representa en promedio a 103 mil 573 ciudadanos; sin embargo, por cada diputado se destinan 1.35 millones de dólares, casi el triple de lo que se gasta por cada diputado de España, que son 0.48 millones de dólares.

Además, México destina más en sus diputados locales de lo que otros países destinan a sus congresos nacionales, pues de acuerdo con el Informe Parlamentario Mundial, los parlamentos nacionales representan 0.49 por ciento del total del presupuesto general, mientras que en México los 32 congresos locales representan 0.76 por ciento de los presupuestos estatales.

El Congreso de la Ciudad de México es el más costoso del país, al percibir 189 millones de dólares en 2019, seguido por el del Estado de México, con 137 millones de dólares, y Michoacán, con 99 millones.

De acuerdo con el también creador del informe, Ramiro Suárez, esto refleja una mala planeación del gasto que tienen los congresos, pues es ilegal que otorguen ayudas sociales.

Monto que pueden destinar a sus verdaderas funciones y con ello atender las necesidades de la población, así como las necesidades democráticas de cada entidad, al servir como contrapeso de los gobiernos… YA LOS DESCUBRIERON.

Dejar una respuesta