CDMX.- 30 de enero de 2018
“Mataron a un padre, un hermano e hijo ejemplar. Él estaba trabajando, era un hijo modelo, exigimos justicia. Nos lo mataron y sólo estaba trabajando. No sólo lo mataron a él, nos mataron a todos”, dijo Laura Lucila, hermana de José Ignacio Cortaza.
Estudiantes de la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana, familiares, amigos e integrantes de distintas agrupaciones musicales realizan un plantón en plaza Lerdo para exigir justicia por el asesinato del estudiante de música, crimen ocurrido el pasado sábado en la ciudad.
En las escalinatas de la Catedral Metropolitana de Xalapa, algunos vestidos de blanco, con pancartas en mano empezaron a cantar “Veracruz” de Agustín Lara y “La Llorona”. Sus padres y esposa, con la foto de su hijo, guardaron un momento de silencio por las víctimas de la balacera del pasado sábado en el bar La Cantinita de La Bartola.
Sus amigos y compañeros pidieron no “manchar” su nombre criminalizando a quien recuerdan por ser un joven talentoso y trabajador.
Dijeron que el llamando es a las autoridades sin importar rango ni color, para garantizarles seguridad no sólo en los centros nocturnos sino en las propias calles.
José Ignacio Cortaza inició en la música a los 23 años. Aunque ya era músico, seguía estudiando, estaba por concluir la carrera en julio próximo.
Su madre Laura Fernández lo describe como un hombre trabajador, que ahora deja a dos hijos por los que siempre luchó.
“No se vale porque ahora se quedan sus hijos solos, él quería seguir estudiando, quería estudiar pedagogía, en febrero se iba a inscribir, él era un estudiante de 9 y 10, era luchador, era un buen estudiante, un buen hijo, deportista, trabajaba y estudiaba”, recordó.
¿Usted cree que yo pueda confiar en esas autoridades?, cuestiona y dice que lo único que pide es justicia, aunque eso ya no le devolverá a su hijo.
“Yo claro que quiero justicia, pero eso ya no me va a devolver a mi hijo, yo quiero a mi hijo vivo, ¿quién me va a devolver a mi hijo? Nadie”, agregó.
Su padre, Santiago Cortaza, llamó a las autoridades a hacer su trabajo porque aseguró que no sólo mataron a su hijo sino a toda su familia.
Recordó que su hijo estaba trabajando, era el trombonista del grupo Mayabé que no merecía que le fuera arrebatada la vida de esa manera.
Exigió a la autoridad no criminalizar a su hijo y no lavarse las manos diciendo que era un pleito personal.
“Leí que decían ‘lo ejecutaron’, pero no es un delincuente, nunca, pueden preguntar e investigar lo que quieran. Mi hijo siempre se manejó con rectitud, son principios familiares, que no se laven las manos, que investiguen a fondo y lo esclarezcan”, concluyó.
