Tlaxcala vive con alegría sus fiestas de carnaval

Tlaxcala vive con alegría sus fiestas de carnaval

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11/02/2017/Tlaxcala/Pedro Morales/Misael Nava Corona

La emoción, alegría y admiración que despiertan los grupos de camadas de huehues en todo el territorio de Tlaxcala no ha parado desde el pasado jueves al inicio del Carnaval 2018.

Familias completas participan y observan en las calles o en las pistas especiales las evoluciones y el empeño que ponen cada uno de los integrantes de las camadas, en ellas participa gente de todas las edades.

El carnaval de Tlaxcala se celebra el domingo, lunes y martes antes del miércoles de Ceniza, son días de intensa actividad, época en que se olvidad las penas y se arrumba el estrés de la vida cotidiana.

El carnaval de Tlaxcala es la llamada “Fiesta de la Carne”, en donde sus habitantes, y turistas en su mayoría del Estado de México y Puebla, gustan de llegar a sus municipios para admirar a los danzantes.

El carnaval, es el tiempo que en el pasado se destinaba a las diversiones desde el Día de Reyes hasta el miércoles de ceniza. Es por este motivo que siguiendo la tradición, la mayor parte de estas festividades se efectúan a inicios de año alrededor de todo el país.

Los orígenes del presente Carnaval en Tlaxcala, se debe a que a lo largo de los siglos XVII y XVIII, al multiplicarse en el estado las haciendas agrícolas, sus dueños de origen de Español extrañaban su vida de lujos europeos, efectuaban continuamente grandes fiestas a las que no tenían acceso los indios o peones de la hacienda.

Estos como contestación, efectuaban fiestas en las que imitan a sus patrones, satirizando su música, forma de vestir, de charlar, como su vida burguesa  y su refinamiento afrancesado.

El pueblo se iba a las plazoletas, calles, centros de asamblea a efectuar sus sátiras, preservar viva la imagen de los patrones y capataces y aprovechaba su libertad para burlarse de estos personajes.

Las danzas del carnaval que se efectúan en el estado de Tlaxcala, son de coreografía diferente a otras del país, eminentemente las llamadas cuadrillas.

Estas son efectuadas por los llamados “huehues”, que es el nombre que por norma general se le da al danzante del Carnaval, llamando “camada” a un conjunto de ellos.

Los Charros, con pantalón, chaleco botines y corbata negra, con un mantón bordado con diferentes motivos en hilos de colores, lentejuelas y chaquiras, son los bailarines más representativos de la entidad.

Complementan su atuendo con una máscara de madera cuya particularidad son los rasgos finos, ojos claros, sin barba ni patilla, con un sombrero de terciopelo negro con plumas de avestruz y un chicote de ixtle o bien “cuarta”.

Acompañados de una orquesta compuesta por un saxofón, trompeta, violines y percusiones interpretan la danza de La Culebra, la que tiene su origen en las viejas etnias precolombinas y la que evoca el culto a los dioses del agua, Chalchitlicue y Tláloc, para hacer llover.

Los Chivarrudos son comparsas que tienen su nacimiento en el sur de Tlaxcala en la vida campira. Sus miembros, visten botines negros, pantalón obscuro con chaparreras de piel de chivo, camisa blanca, saco negro con paliacate, bigote y cejas, acompañados de un pequeño caballo de madera; durante sus bailables, afriman críticas a personajes esenciales y versos de doble sentido.

Para representar a la burguesía europea de los siglos XVII y XVIII, están los Catrines, hombres vestidos de botines, pantalón, sorbete negro, de este último, cuelgan listones de colores y un gaznet; cubren su semblante con una máscara de rasgos finos, ojos claros, mas en contraste a los precedentes, con la barba.

Las mujeres usan trajes de temporada, extensos y largos en colores pastel, con un peinado recogido en la parte alta de la cabeza y un pequeño sombrero con plumas. Les acompañan las alegres notas de un saxofón, violín, percusiones y un salterio, mientras que sus participantes bailan danzas como las cuadrillas dobles, cuadrillas francesas, las taragotas, entre muchas más.

Las cuadrillas son acicaladas con mujeres y hombres que lucen un atuendo de botines negros, medias de color carne o bien en tonos vivos, chaleco de terciopelo de colores y pantalones cortos, intercalados en líneas verticales bordado con un sinnúmero de aplicaciones y chaquiras, aparte de una máscara con barba.

Así, en cada región hay particularidades como los paragüeros o catrines de la región de Contla, que portan elegantes levitas negras, los chivarrudos del sur, los negritos de la región oriente.

Mención especial son los huehues de Yauhquemehcan que dedican todo el año a elaborar sus vistosos penachos de pluma de avestruz y faisán, que han llevado a pr3esumir en otros países.

Este domingo de carnaval es muy especial, desde temprana hora inician las danzas, todo el día, sin parar, chicos y grandes no descansan, lo mismo que los organizadores y músicos ya que su único empeño es ganar el aplauso hasta que el cuerpo aguante.

 

 

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