EN TLAXCALA “LA MONEDA ESTÁ EN EL AIRE”

EN TLAXCALA “LA MONEDA ESTÁ EN EL AIRE”

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16/04/2018/Pedro Morales

“TODOS POR MÉXICO”

Ya tienen dos semanas de campaña y no pasa nada, las campañas del tricolor se parecen a todos esos actos de relumbrón de los funcionarios en turno, ni atan, ni desatan y menos desatan ganas de ir a votar por ellos.

En un mar de información donde pasa desapercibida su actividad proselitista, ya que no hay comunicación visible entre candidatos y electores, gracias a una política de comunicación que al igual que la del mandamás, nomás no arranca.

Bueno juntar candidatos de a montón y hacer como que hacen, no abona en nada a las aspiraciones de candidatos a senadores y diputados federales, la información es una mescolanza que no da señales claras de lo que hace cada uno de ellos.

No llega el mensaje que debe ser personalizado, todo parece muy improvisado, aunque ellas y ellos pongan su mejor empleo.

No les ayudan.

Fotos muy malitas, obscuras, muy contrastadas y que no dan idea de lo que hacen cada día sus candidatos, eso si todos salen muy sonrientes y lo que se nota son sus camisas impecables, pero nada, nada de gente salvo los integrantes de sus brigadas que los acompañan.

No prenden y en el pecado llevan loa penitencia, “no tiene la culpa el indio, sino quien lo hace su compadre”, en los temas de la comunicación, allá ellos, los resultados se van  a ver en las urnas.

Para este proceso electoral, el partido Revolucionario Institucional (PRI), sacó fuerzas de flaqueza, para sacudirse los remanentes del control que ejerció el exgobernador Mariano González Zarur.

Dejó libre el paso luego de que le aceptaron su propuesta para que su hijo Mariano González Aguirre dejara su curul en el Congreso local, para buscar un escaño en San Lázaro.

Se salió con la suya y se fue contento a coordinar campaña con su candidato Meade y de paso dejó abierta la puerta para que regresara al Senado vía plurinominal la exembajadora de México en Brasil, Beatriz Paredes, quien encontró también acomodo en otra coordinación de la campaña presidencial.

Sin tanto alboroto lograron que sus rémoras del PVEM, Nueva Alianza y PS se sumaran para conformar la coalición en Tlaxcala de “Todos por México”.

Esta alianza comenzó su campaña un día después de que lo hizo a control remoto desde Yucatán su candidato presidencial José Antonio Meade, ya el pastel estaba repartido y equilibrado con el palomeo de Marco Mena el primer priista de Tlaxcala.

Sin haber dado resultados en la administración menista, los ex secretarios de gobierno ahora van por el Senado ellos son: la también ex diputada federal, Anabel Alvarado Varela y el controvertido Florentino Domínguez Ordoñez, identificado con Héctor Ortiz y Beatriz Paredes.

En el distrito I va Mariano González Aguirre, quien no presentó una sola iniciativa en el Congreso del Estado como diputado local y su mejor carta de presentación es ser hijo del ex gobernador Mariano González.

En el distrito II y aunque no vive en la demarcación va la enfermera Blanca Águila Lima, eterna dirigente de la sección 27 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA).

Sandra Corona Padilla es la carta de la coalición que encabeza el PRI en el tercer distrito federal, aunque es una figura joven con trabajo en las comisiones que tiene en el Congreso del Estado y es resultado de las estrategias para sumar votos.

La fortaleza de esta coalición encabezada por el tricolor es el poder que los empuja tanto en el gobierno federal como estatal y todo lo que de ellos emane, además de una estructura envidiable que no ha podido ser desmantelada.

Su debilidad, son los casi nulos resultados que han dado en sus encomiendas, unos como funcionarios del gabinete estatal y otros como diputados locales que no alcanzaron a mostrar sus verdaderos alcances de cabildeo. Que se suman al manejo de su imagen que tampoco da resultados.

 

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