Reportan feligreses muy dañada la imagen de la Virgen de Ocotlán

Reportan feligreses muy dañada la imagen de la Virgen de Ocotlán

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Pedro Morales

REPORTAJES ESPECIALES

22 DE MAYO DE 2018

El rostro de la imagen de la Virgen de Ocotlán se encuentra severamente afectado, el color en algunas partes de sus mejillas ya ha desaparecido y nadie, ni la Diócesis, ni el INAH toman cartas en el asunto.

Lo anterior Fue constatado este lunes durante el recorrido de la sagrada imagen por las calles de la ciudad de Tlaxcala, la reliquia con 461 años de antigüedad, debe de ser protegida al máximo, para evitar un daño irreparable.

La sagrada imagen fue sacada en procesión este lunes 21 de mayo y la exposición al viento, la luz y elementos ajenos al lugar donde se resguarda hacen peligrar esta imagen religiosa y milagrosa, patrona de los tlaxcaltecas

El daño ha sido reportado por fieles y por los propios fiscales, pero nadie hace nada, por lo que cada día el daño es ya visible a simple vista y una mancha cubre el cuello y las mejillas de la imagen más venerada de Tlaxcala.

Durante la tradicional bajada de la Virgen de Ocotlán, como ancestralmente se lleva a cabo cada año, al inicio de este 2018, se pudo constatar que la imagen se encuentra severamente dañada en el rostro y las manos, ante la falta de atención y cuidado de los responsables de cuidarla.

Los quejosos afirmaron que la imagen ha sido expuesta a los rigores de la intemperie, la volvieron a mover sin protección alguna y es por demás evidente el daño que le han causado microorganismos.

De estas afectaciones se tiene el registro fotográfico correspondiente que acompaña a esta nota informativa, en espera de que a la brevedad se tomen cartas en el asunto y se proceda a proteger la venerada imagen coincidieron en señalar fiscales de la Diócesis de Tlaxcala.

Sin embargo poca gente tuvo la oportunidad de reparar en este detalle, miles de fieles siguieron con la tradición de llevar en procesión a la sagrada imagen, para darle gracias en unos casos y en otros para pedir favores.

Cabe destacar que integrantes de la Cofradía de Cargadores de la Virgen de Ocotlán, reprocharon la falta de cuidado que se tiene para con la sagrada imagen, ya que la cuestión económica no es pretexto.

“Cada año entran millones de pesos a las arcas de la Diócesis por concepto de limosnas y no es posible que los curas no quieran gastar para traer especialistas que atiendan el problema”, reprocharon.

LA HISTORIA

La aparición se llevó acabo en Ocotlán. Al atardecer de un día ya próximo a la primavera de 1541, iba Juan Diego Bernardino cruzando un bosque de Ocotes (que esto quiere decir Ocotlán), cuando la Virgen se le aparece y le pregunta que a dónde va.

El vidente contesta que lleva agua para sus enfermos que mueren sin remedio por la terrible epidemia, y la Virgen le contesta: “Ven en pos de mí, yo te daré otra agua con que se extinguiría el contagio, y sanen no sólo tus parientes sino cuantos bebieren de ella …”El indígena llenó su cántaro de un manantial hasta entonces inexistente y se fue a Xiloxostla, su pueblo natal.

Antes la celestial señora le ordenó que comunicara lo sucedido a los franciscanos, indicándoles que encontraría una imagen suya en el interior de un ocote que debería de ser trasladada al templo de San Lorenzo.

Fueron ya al atardecer los frailes con el superior a la cabeza y vieron el bosque incendiado, pero con llamas que no consumían. Había un gran árbol que irradiaba especial luz, lo señalaron y al día siguiente viendo que estaba hueco, lo abrieron a hachazos encontrando en su interior la escultura de la Virgen María que hoy está en el altar mayor.

LA VIRGEN QUE CAMBIA DE COLOR

Cuenta la leyenda que el celoso sacristán, cuando ya todos se habían ido, volvió al patrono San Lorenzo a su sitio, poniendo a la nueva imagen en el lugar vacante y que los ángeles por tres ocasiones restituyeron a la Virgen al sitio de honor.

La figura de Nuestra Señora de Ocotlán es una buena talla estofada de posición vertical en eje, en donde apenas se insinúa un ligero movimiento de paños. Las manos juntas entre abiertas se encuentran en una posición muy baja y la cabeza totalmente recta.

Está enjoyada con peana, luna y una gran estrella, como mandorla de plata. Su corona es de oro.

Existe la versión de que el rostro de la Virgen cambia de color entre el rojo y el pálido, según las etapas del calendario cristiano o los acontecimientos que vive la sociedad, incluso hay testimonios de quienes la han visto sudar.

 

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