“La leyenda del chango verde”, ¿un extraterrestre por las calles de Apizaco?

“La leyenda del chango verde”, ¿un extraterrestre por las calles de Apizaco?

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GETTY CREATIVE Illustration of yeti or bigfoot creature on a dirty road
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TLAXCALA/ 11 OCTUBRE/2020

En todas las comunidades, pueblos y ciudades existen un sinnúmero de leyendas que enriquecen sus costumbres y tradiciones, nuestro estado de Tlaxcala es rico en ellas.

Mario Alberto Bojalil ha logrado en sus investigaciones establecer que en materia de leyendas, unas reales y llenas de misticismo, otras contienen un toque de ficción o la mayoría producto de la exageración de su gente.

En Apizaco no ha sido la excepción, ya que a través de su historia, en nuestra ciudad se han vivido una gran cantidad de leyendas que desafortunadamente han caído en el olvido.

Pero que cuando sucedieron, causaron controversia y temor entre la población.

El presente acontecimiento ocurrió un 6 de marzo de 1982, hace 32 años, y para la mayoría de los apizaquenses fue algo imaginario y absurdo, el hecho es que mucha gente se abstuvo de hablar.

El hecho es que mucha gente lo vivió y al correr del tiempo, se convirtió m¿en tema “tabú”, ya que la gente se abstuvo de hablar al respecto.

La presente crónica, la he titulado “La Leyenda del Chango Verde”, y para realizarla, aparte de la investigación de los hechos, la avalo con dos periódicos que a nivel nacional comentaron ampliamente esta noticia.

¿Pero qué fue lo que aconteció?

El sábado 6 de marzo de 1982, aproximadamente a las nueve de la noche, un tráiler circulaba con exceso de velocidad sobre la Avenida 16 de Septiembre, en pleno centro de la ciudad.

Después de haber golpeado dos autos, se estaciona abruptamente frente a la Basílica de Nuestra Señora de la Misericordia, quedando dicho tráiler atravesado e impidiendo la circulación en los dos carriles.

El operador del mismo, bajó de la cabina precipitadamente, con expresión de terror en el rostro y dirigiéndose a toda prisa hacia el interior del templo, abrazó con fuerza y se hincó frente a una de las imágenes de los santos.

En tanto los transeúntes daban aviso a la policía, que de inmediato entró al recinto religioso y con ayuda del sacerdote, se logró sacar al trailero, mientras en la calle una gran cantidad de personas, así como taxistas, transeúntes y algunos policías estaban a la expectativa.

Algunos observaron y comentaron, según ellos, que de la cabina del tráiler descendía un objeto luminoso en forma de simio, que flotando se dirigió con rumbo a la calle 2 de abril.

Mientras el trailero llorando informaba al jefe de la policía de nombre Gelacio Alva y al Sacerdote, que kilómetros atrás, cerca de la laguna del “Seco” del vecino estado de Puebla, bajó a tomarse un refresco.

De pronto, observó un objeto resplandeciente, no dando importancia al hecho, pero al tratar de abordar el trailer, se percató que este objeto subió a la cabina flotando, cuando espantado quiso pedir auxilio, no pudo abrir la puerta de la cabina.

Según su declaración, este objeto luminoso con cara de “chango”, lo insultaba y amenazaba con la frase “te vas a ir conmigo”, al momento sentía que ya no podía controlar la unidad.

El objeto o “ente”, quitó una pieza del acelerador, provocando que el trailer se desbocara, al llegar a Apizaco y observarla iglesia, con esfuerzos logró detener la unidad, refugiándose de inmediato en el interior del tempo.

Momentos antes, el Comandante de la Policía Municipal, fue informado que a escasa distancia un vehículo pesado daba vueltas a velocidad exagerada, por lo cual se solicitó el apoyo de la Policía Federal de Caminos.

Acudiendo al llamado de auxilio de la policía local, los oficiales Jorge Aburto y Salvador Fernández, quienes al conocer el hecho, trataron de accionar sus armas en contra de “esa cosa”, pero no funcionaron.

Gelacio Alva, comandante de la Policía Municipal, declaró ante los medios de comunicación, que llegaron a donde se encontraba el trailer, cuando apareció el “Chango Verde”, trataron de disparar sus armas, pero fue imposible accionarlas.

Durante el lapso de una hora, este extraño ser, por donde pasaba encendía o apagaba las luces de los hogares, fue visto en varias partes, siempre seguido por la policía, en una empresa el velador observó que algo luminoso que flotaba, entró en uno de los talleres.

Pensando que se trataba de un robo, y lleno de miedo, trató de disparar y tampoco su arma accionó.

Al principio, las autoridades trataron de ocultar este hecho, pero fue imposible, tanto para el jefe de la Policía Municipal, por para el jefe del destacamento de la Policía Federal de Caminos.

Ambos ratificaron lo anterior, ignorando a qué atribuir este hecho, que mantuvo con gran pánico a la población.

Se recuerda que después de las ocho de la noche, los ciudadanos evitaban salir a la calle, refugiándose en sus hogares.

Al igual se confirmaba que el chofer del trailer quedó traumado y desquiciado, le vehículo marca “MG”, sin placas de circulación, era propiedad de Auto-Transportes “Parada Hermanos”, de la ciudad de México.

Los apizaquenses, por nuestra formación y cultura, somos incrédulos ante estos hechos, que nos parecen inverosímiles y absurdos, sin embargo debemos reconocer que pasaron y de alguna forma ya son parte de la historia de la ciudad de Apizaco.

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